Llegado desde Francia, uno de los países que ha escenificado con más crudeza las fracturas del sistema capitalista neoliberal, el economista Gérard Duménil protagonizó la segunda jornada del Seminario con su conferencia “La gran bifurcación. Acabar con el neoliberalismo”.
¿Cuál es la “gran bifurcación” de la que habla su conferencia?
Ahora seguimos trayectorias que no nos gustan, y la bifurcación se refiere a abrir otro tipo de trayectorias.
Trayectorias que son diferentes a las del neoliberalismo…
Sí, deben abrirse nuevas trayectorias más bien de izquierda. Hay una crisis económica pero también una crisis de las utopías y se necesita reabrir vías hacia un futuro mejor.
Usted, entonces, ve en la crisis la posibilidad de un camino diferente…
Si, se podría imaginar, pero, de hecho, no acontece. Cambian cosas pero no en el sentido de esta bifurcación. Porque en Estados unidos las políticas están cambiando hacia una nueva intervención del estado, pero son políticas industriales, de energía, lo que no significa abrir una nueva vía de izquierda.
¿Cómo ve el escenario poscrisis?
Tenemos nuevas trayectorias, en Estados Unidos, hay un crecimiento del 2%; en Europa, es difícil analizar el conjunto, porque Alemania no es Grecia, pero la situación general es de estancamiento. América Latina resistió a las presiones neoliberales pero se integró en la división de trabajo neoliberal, en el sentido de exportar commodities; además, está ingresando en un nuevo período porque, como es sabido, la situación se deterioró.
¿Por qué es importante terminar con el neoliberalismo?
Porque el neoliberalismo es un orden social de clases, en el cual toda la economía y toda la sociedad se organizaron con la única meta de acumular riqueza para la clase acomodada y eso no es una utopía para nosotros; es exactamente lo contrario.